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“Menorca es una isla de contrastes, de personalidad muy diferenciada”, rezan las primeras líneas del artículo dedicado a la isla en el número de agosto de esta cabecera (Condé Nast Traveler España). Y cuánta razón residen en esas palabras.
Entre los 47 km de largo que separan Mahón de Ciudadela y los 702 km² que componen la totalidad de su superficie terrestre, el viajero es testigo de una gran variedad de paisajes y propuestas de flora y fauna que enamoran por completo a todo aquel que la visita.
Es gracias a ello que Menorca se ha convertido en los últimos años en el destino por excelencia de los que no se conforman. Aquellos que buscan unas vacaciones que bien pueden versar desde tumbarse horas bronceándose en una playa de aguas cristalinas, pasando por realizar alguna ruta a caballo o practicar kayak bordeando la costa menorquina, hasta hacer una degustación de vinos y quesos en alguno de los agroturismos de la zona o calzarse el zapato más cómodo con el propósito de andar más de una hora para alcanzar una cala de arena volcánica.
En esta ocasión toca poner rumbo a la costa norte, a la parte menos frecuentada y que menos explotamos en nuestro feed de Instagram, pero no por ello menos atractiva. Más bien todo lo contrario.
Para que tengas un punto de partida, hemos elaborado esta selección de calas y playas que son toda una delicia visual. De este a oeste, déjate cautivar por la parte más diferente, salvaje y virgen de Menorca. Es su secreto mejor guardado. ¡Palabra!
CALA TORTUGA Y CALA PRESILI
La primera parada de este viaje la encontramos en el noreste de la ínsula. Cala Tortuga y Cala Presili son conocidas como las mejores playas vírgenes localizadas dentro del Parque Natural de s'Albufera des Grau, el más importante de la isla con sus más de 5.000 hectáreas y reserva de la biosfera. Además es uno de los destinos predilectos de los amantes del naturismo.
Para llegar hasta ellas uno debe dirigirse hasta el Faro de Favàritx, uno de los primeros faros en construirse en la isla con la intención de frenar los naufragios que acontecían en la parte norte. Una vez en el faro, toca coger la ruta del Camí de Cavalls en dirección a las calas.
La primera que encontramos es Cala Presili, localizada a unos 15 minutos a pie y también conocida como Capifort. Si el sol no aprieta mucho y tenemos ganas, merece la pena andar un poco más (otros 15 minutos) hasta Cala Tortuga, cuyo nombre surge de la presencia de estos animales en la laguna que hay junto a la playa.
Una vez aquí, recomendamos admirar la panóramica antes de bajar las escaleras y, ya en la arena, uno debe tomarse un largo tiempo para deleitarse con las vistas del mar con el faro de Favàritx al fondo a la izquierda.
ARENAL D'EN CASTELL
Pero lo que sorprende al viajero es que, a pesar de la urbanización de la zona, puede presumir de tener en los días en los que el tiempo acompaña, unas calmadas aguas cristalinas. Su forma de concha protege de los fuertes vientos del norte y sus más de 600 metros de longitud la convierten en el reclamo perfecto para aquellos que no buscan grandes aglomeraciones en la arena. ¡Aquí hay espacio suficiente para todos!
Alcanzar la playa es muy fácil, tan solo tendremos que dirigirnos hasta la urbanización de Coves Noves y, una vez la pasemos, bastará con girar a la izquierda y aparcar en las inmediaciones. ¡No tiene pérdida!
**PLAYA DE CAVALLERIA Y CALA ROJA **
La siguiente parada en el camino se localiza a unos 15 minutos en coche desde Fornells, lo que hace que sea la excusa perfecta para ir a la playa durante el día y visitar después este pueblo de pescadores que tantos ricones tiene para deleitar al viajero.
La playa de Cavalleria es una de las más extensas del norte y comparte arena rojiza con sus otras playas hermanas localizadas por la misma zona, como Pregonda, Binime-L'à o Cala Pilar. Para llegar hasta ella tan solo debemos tomar la carretera a Fornells y al faro de Cavalleria, pero girando a la izquierda antes de llegar a este.
La distancia entre que dejamos el coche hasta que alcanzamos la costa es de unos 400 metros, por lo que es una playa de fácil de acceso. Antes de descender por las escaleras que nos llevan a la playa es el momento perfecto para, además de hacer la fotografía de rigor para nuestro feed de Instagram, admirar la panorámica del paisaje desde arriba con el contraste de la arena en tonos amarillos y rojizos con sus aguas transparentes.
Antes de decidirte a pasar una jornada al sol en esta playa virgen y salvaje del norte de Menorca, consulta el viento en alguna aplicación estilo Windy, porque los días de tramontana el alto oleaje puede impedir el baño con normalidad. ¡Por el contrario, los días que el viento sopla a nuestro favor, las aguas de la playa se mecerán como una balsa! En los alrededores se localizan Cala Roja y Cala Mica, ambas buenas opciones si se desea dar un paseo o hacer una pequeña ruta entre cala y cala.
No hay nada como darse un paseo por la bahía de Fornells para bajar la comida y, en cuanto empiece a caer el sol, poner rumbo hasta el faro de Cavalleria para ser testigos de uno de los más hermosos atardeceres de la isla. ¡Hedonismo en estado puro!
**CALA PREGONDA **
Cala Pregonda es de anuncio, y nunca mejor dicho. Debemos reconocer que esta playa casi siempre se localiza en el ranking de las mejores playas del norte de Menorca por su aparición estelar en el famoso anuncio de Estrella Damm del año 2010.
Conocida como la cala roja de Menorca es arrebatadoramente bella por la arena rojiza (como si se tratase del propio planeta Marte) que contrasta con sus aguas transparentes en los días en los que no hay casi oleaje y el mar está tranquilo. Cuando esto ocurre es perfecto para anclar cualquier embarcación de un tamaño no demasiado grande y hacer esnórquel entre las rocas.
Para llegar hasta ella será necesario andar unos 30 minutos desde el parking localizado a pocos pasos de Binime-Là (playa también recomendable si hay mucha afluencia en Pregonda), la primera parte de esta ruta del Camí de Cavalls. Como en la mayoría de calas del norte, Pregonda no cuenta con ningún servicio, por lo que debemos ir aprovisionados de agua y comida.
Al final de la playa se vislumbra su famosa casita blanca, el elemento estrella con el que se consigue la instantánea perfecta al atardecer. Dar el paseo de rigor hasta ella y soñar por unos momentos que somos los dueños de la misma y guadianes de Cala Pregonda, ¿dónde hay que firmar?
Si hay fuerzas y ganas, desde Pregonda nos separan unos 3,5 km (sobre una hora y media) hasta alcanzar Cala en Calderer, una cala totalmente virgen e idónea para los amantes del nudismo, ocasionado por su complicado acceso, que hace que el viajero se encuentre en la mayoría de las veces con una playa solitaria.
CALA PILAR
Para encontrarla basta con coger la carretera principial que une Mahón con Ciudadela y tomar el desvío en el kilómetro 34. Una vez allí, aparcar en el parking señalizado y continuar el resto del tramo andando. Es su posición privilegiada en este paraje natural virgen lo que la hace única y con una buena conservación, por lo que uno debe empezar a disfrutar de la ruta desde el principio, como si se tratase de una pequeña excursión.
En los últimos años, desde la isla de Menorca advierten que, al igual que ocurre en las calas de arena rojiza como Pregonda o Cavalleria, muchos turistas utilizan su arena para cubrirse de barro por sus beneficios para la piel, pero debemos tener en cuenta que esta práctica puede ser perjudicial para el paisaje y el ambiente por los movimientos de tierra que se provocan al retirar la arena de las rocas. ¡Por lo que mejor evitarlo!
Una vez más, antes de visitar Cala Pilar debemos consultar el viento porque, si sale mal día, el gran oleaje podrá desmoronar el mejor de los planes.
**ALGAIARENS, LAS PLAYAS DE LA VALL **
El enclave perfecto si en el sur sopla mucho aire y el tiempo no acompaña, o bien no apetece coger el coche para hacer demasiados kilómetros. Su privilegiada localización, a tan solo 20 minutos de trayecto desde Ciudadela, la convierte en el destino perfecto para una tranquila jornada de playa y para las familias que no buscan complicaciones.
Tan solo hay que seguir las indicaciones hacia las playas de La Vall, aparcar en la zona habilitada y andar apenas unos minutos para encontrar la primera de las playas de la bahía de Algaiarens. Esta nos recibe con una amplia extensión de arena y, si queremos andar un poco más, bien por las rocas o por el interior rodeados de la fauna de la zona, alcanzaremos la siguiente cala, un poco más pequeña, pero menos frecuentada. ¡100% recomendable!
CALA MORELL Y SU NECRÓPOLIS
La última parada en este viaje por el norte de Menorca es Cala Morell. Si buscamos arena rojiza en un entorno virgen rodeado de plena vegetación, ya podemos ir tachándola de la lista, pero esta cala localizada en la urbanización que lleva el mismo nombre tiene un atractivo especial por el lugar en el que se asienta. Aquí sí encontraremos todos los servicios que podamos necesitar.
Rodeada de acantilados, una plataforma de piedra facilita el baño en la zona. ¿Y lo mejor? Su necrópolis, la más famosa de toda Menorca. La entrada gratuita a sus cuevas excavadas en la roca es una visita cultural de lo más sugerente para aquellos que desean alternar baño con un poco de historia. Esta se remonta hasta el periodo pretalayótico.
Una vez acabada la vista cultural, ¿por qué no ir hasta Punta Nati para uno de esos atardeceres que roban el aliento y que nos curan de todos nuestros males? Y para cenar, nada como regresar a Ciudadela para darse un buen homenaje en algunos de los puntos gastronómicos más destacados de la ciudad: Smoix, Pins46-Café Balear o Es Tast de Na Silvia. ¡Porque Menorca también es comérsela bocado a bocado!
Información de : Condé Nast Traveler
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